Este post lo dedicamos al uso y mantenimiento de las lentes de contacto o lentillas.

En los últimos tiempos y con el aumento de la compra online de éstas, hemos notado que se ha desvirtuado bastante la adaptación de lentes de contacto, con las consecuencias graves que ello conlleva. Las lentes de contacto son un producto sanitario y por lo tanto deben ser adaptadas por profesional sanitario cualificado para ello, como somos nosotros, los ópticos o  los oftalmólogos.

No intentes prolongar el periodo de uso de tus lentes de reemplazo  ANUAL, mensual, quincenal O DIARIA . No merece la pena correr el riesgo. Los lentes de contacto están fabricadas con diferentes materiales para sus distintos usos.

El mal uso de LC puede desencadenar diversas infecciones en córnea y conjuntiva, como queratitis o conjuntivitis causadas por herpes, bacterias, hongos y microbios. En ocasiones puede causar ceguera si no se trata a tiempo.

Para evitar problemas derivados de un inadecuado uso de LC os proponemos a continuación una serie de consejos a seguir para el buen mantenimiento de las LC:

  • Trátalas con cuidado. Las lentillas desechables se pueden rasgar. Si se te rompe o rasga un lente, deséchala. Además, procura no tocarlas con las uñas. Las uñas, además de ser afiladas, son un refugio excelente para todo tipo de bacterias.
  • Nunca compartas tus lentes de contacto.
  • Lave y seque sus manos antes de manipular las LC, nunca lo haga con las manos sucias.
  • Frota los lentes de contacto con solución nueva durante 5 a 20 segundos utilizando las yemas de los dedos. Enjuágalas bien nuevamente usando solución salina o suero fisiológico. Los investigadores han llegado a la conclusión de que el método “frotar y enjuagar” sigue siendo el mejor para mantener los lentes limpias y libres de microorganismos, incluso en el caso de los sistemas de limpieza en los que se indica que “no es necesario frotar”.
  • Limpie el estuche de los lentes de contacto usando una solución para lentes de contacto —NUNCA AGUA— para frotarlo y enjuagarlo; luego vacíelo y séquelo con una toallita de papel limpia. Guárdelo boca abajo y sin tapa después de cada uso. Reemplace el estuche por uno nuevo al menos una vez cada tres meses.
  • No duerma con ellas puestas (excepto para lentes de uso nocturno o de uso prolongado).
  • Si aparecen molestias o presenta el ojo rojo, prescinda de su uso y acuda para valoración por el óptico.
  • Si utiliza lentes cosméticas (sustituyen temporalmente el color del iris) debe asegurarse que están homologadas y que cumplen los mismos requisitos de calidad que el resto, por lo que acuda siempre a una óptica para adquirirlas.
  • Acuda a revisión cada 6 meses para comprobar que todo esté correctamente.
  • Es muy importante prestar atención a las instrucciones que te damos al adaptar tus lentes de contacto, tanto del mantenimiento de estas como acudir a las revisiones programadas para poder llevar un seguimiento correcto del estado de la córnea, párpados, etc. Esto nos asegurará el éxito en la adaptación y se evitarán inadaptaciones a las lentes de contacto así como sustos innecesarios.
  • Nuestra finalidad como profesionales de la visión es siempre proteger tus ojos.

Soluciones de mantenimiento adecuadas para lentes blandas:

Soluciones de mantenimiento adecuadas para lentes rígidas:

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