Los primeros años de vida son una etapa crítica para el desarrollo visual. No sólo se necesita tener una buena agudeza visual, sino también muchas otras habilidades visuales, como pueden ser la capacidad de enfoque lejos-cerca, la habilidad de mover los ojos correctamente, tener una binocularidad correcta, una buena coordinación ojo-mano y una buena estereopsis.
Un tercio de los casos de bajo rendimiento académico está directamente relacionado con problemas visuales que no se han identificado a tiempo. Además, el uso excesivo de las pantallas y la limitación de las actividades al aire libre han contribuido a la aparición y agravamiento de algunos defectos visuales en menores.
La identificación temprana de los problemas visuales en la infancia puede ser primordial, ya que, si no se tratan a tiempo, pueden afectar a la habilidad del menor para aprender y a su adaptación al colegio.
Se recomiendan realizar exámenes optométricos:
A LOS 6 MESES
En esta primera evaluación valoramos la integridad y correcto desarrollo de las estructuras oculares.
A LOS 2-3 AÑOS
Una vez completada la primera etapa de desarrollo motor, andar y saltar.
A LOS 6 AÑOS
Una vez completado el último nivel del desarrollo motor: adquisición de la lateralidad, base del aprendizaje de la lectura y escritura. Revisiones anuales completas para prevenir dificultades escolares.
¿Qué síntomas puedes ser indicadores de un posible problema en el desarrollo del sistema visual de los niños?
La era COVID ha traído consigo el uso excesivo de pantallas y la limitación de las actividades al aire libre, factores que, en conjunto, pueden generar y agravar algunos de los signos y síntomas visuales anteriormente citados. En este sentido, una de las afecciones más comunes es el Síndrome Visual Informático (SVI), que puede provocar visión doble y/o borrosa, dolor de cabeza, sequedad ocular, ojos rojos o mareos, entre otros síntomas.
Para evitar las consecuencias de un uso abusivo de los dispositivos electrónicos, como el ordenador, necesarios durante la etapa escolar para estudiar y realizar determinadas tareas, os aconsejamos adecuar los espacios de estudio de tal manera que faciliten una buena ergonomía visual.